Crecimiento poblacional y demanda de vivienda en Tijuana
El desarrollo de Tijuana en los últimos años ha sido constante, uno de los rubros que más interés ha despertado para un número importante de analistas es el del mercado inmobiliario. Uno de los datos más sonados es que la recuperación del sector inmobiliario en Tijuana tras los efectos derivados de la pandemia por COVID-19 será mayor y más rápida que la suscitada en 2009 tras la crisis inmobiliaria generada en ese entonces por el brote de influenza H1N1, periodo en el que ciudades como Tijuana, Reynosa, Mexicali y Ciudad Juárez se vieron en dificultades para reactivar el dinamismo del mercado inmobiliario posterior a la emergencia sanitaria mencionada (Baltazar, 2020).
Los análisis son mayormente positivos respecto a los pronósticos de recuperación, incluso se dan datos alentadores como el hecho de que Tijuana se ha posicionado como el tercer municipio a nivel nacional con mayor crecimiento en el mercado inmobiliario y mejor variación porcentual respecto al precio de la vivienda nueva y usada. Sumado a estos datos, se encuentra también que Tijuana se presenta en el segundo lugar en el ranking de precios por metro cuadrado de acuerdo con el promedio nacional (21,895.000 MXN), lo que la vuelve sumamente competitiva a nivel república mexicana (Sánchez, 2020).
¿Qué factores permiten conocer este panorama positivo?
Fernando Zamora Rubio, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) en Tijuana ha mencionado que el crecimiento diario que mantiene la ciudad ha permitido que el mercado inmobiliario se mantenga al alza, siendo una de las ciudades más importantes del país para este ramo de la economía nacional. Este crecimiento se ha reflejado en el requerimiento de 260 mil viviendas para los próximos 20 años, de las cuales 185 mil serán nuevas (Sánchez, 2020).
En cuanto a las fortalezas que le permitirán a Tijuana una rauda recuperación post pandemia se tienen principalmente tres ventajas centrales:
1) La gran mayoría de los proyectos están capitalizados por inversionistas privados, los cuales se han asegurado de minimizar el riesgo de que los proyectos queden inconclusos;
2) La crisis económica de 2009 se debió a una “burbuja inmobiliaria”, la actual crisis sanitaria tendrá repercusiones en el desempleo, pero dará cabida a la reactivación y la contratación de personal, especialmente de albañiles que esperan a poder realizar nuevamente sus actividades (Baltazar, 2020).
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